Cáhuil, primeros propietarios y el origen de sus salinas (V)
Actualizado: 27 sept 2021
Un terremoto y las salinas de Cáhuil
Se sabe que los indígenas ya eran capaces de extraer sal del mar en algunos lugares, de hecho al llegar a Chile los primeros españoles hallaron en Copiapó “grandes salinas” y en Aconcagua las salinas estaban ocupadas con “la gente de guerra”, pero se le informó a Pedro de Valdivia que:
“Como dieciséis leguas de la ciudad junto a la mar en un pueblo que se dice Topocalma, había una agua de donde solían coger sal de que se proveían los naturales. Siendo el general bien informado, envió doce hombres de a caballo por sal y que la trajesen con los yanaconas e indios que servían”
Luego del asentamiento de los españoles en el valle central, el cabildo de Santiago se encargó del abasto y producción de la sal. A comienzos del 1600, discutían el excesivo precio que habían alcanzado las fanegas (una fanega contenía 103,5 kilos). Las salinas que existían eran las mencionadas de Aconcagua, de Rapel (Bucalemu) y Vichuquén (Boyeruca); aunque se importaba también de Perú. No había salinas en Cáhuil.
El siglo XVII fue de alta demanda del preciado cristal, tan valioso que incluso lo importaron desde el otro lado de la cordillera también, ya que hubo bastante escasez. El valor fue fluctuante y representó para el cabildo un problema que resolvía básicamente fijando precios.
Hubo escasez de este vital elemento en 1722 y 1723, cuando su precio alcanzó la suma de 12 a 14 pesos la fanega, cifra altísima si se considera que hacia fines del siglo anterior osciló entre 3 y 4 pesos. El proceso de producción de sal siempre fue muy artesanal, no teniéndose seguridad de cuánta “cuajaría” por año, por lo que había épocas en que se producía muy poco. La cosecha se realizaba en marzo, terminando el calor veraniego. La sal era importante no solo para la alimentación, sino también para hacer charqui, conservar carnes y preparar queso.
Uno de los mayores impactos en precios se vio en 1753, después del terremoto que ocurrió la madrugada del 25 de mayo de 1751 en Concepción.
Dicho evento tendrá consecuencias importantes para Cáhuil, ya que hasta esa fecha “por lo que toca a las salinas… nunca las ha habido en dicho lugar, porque éste era de labranza, de chacras”.
Concepción era la segunda ciudad más importante de Chile, zona militar por excelencia y donde vivían innumerables familias. Lamentablemente, luego de tan brutal acontecimiento, donde fallecieron cientos de personas, la ciudad tuvo que ser trasladada hacia Penco, curiosamente sus habitantes conservaron el gentilicio “penquista” actualmente.