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Los ARMIJO, de la guerra a la tierra (I)

Actualizado: 29 jun 2019

En España, de donde es originario el apellido, se encuentran Armijos fundamentalmente en la zona Andaluza, lo que concuerda plenamente con el lugar de procedencia del soldado que vino a Chile y que hasta ahora sería el único que fundó familia y dejó descendencia. También hay Armijos en México, Centroamérica y Sudamérica, aunque en menores proporciones que en Chile, donde pese a no ser un apellido común, tiene la mayor frecuencia del mundo[1].


En la comuna de San Pedro (Región Metropolitana), es el segundo apellido más frecuente, lo que responde justamente al curso que tomaron sus miembros y que describiré más adelante. Lógicamente la mayor cantidad reside en las ciudades.


El linaje que presentaré estuvo viviendo en Santiago de Chile gran parte del siglo XVII y luego se fue instalando en la antigua doctrina de San Pedro al final de aquel siglo, y de ahí se dispersó por las localidades vecinas, incluyendo Melipilla, Rancagua, Peumo y el resto de la quinta, sexta y séptima regiones. Durante el siglo XX comenzaron a emigrar a las grandes ciudades. También hubo Armijos de origen indígena y africano, todos ligados al servicio doméstico del linaje.


Los Armijo se dedicaron al trabajo de la tierra luego que se establecieran en la zona central y es una de los linajes tratados en “Familias Fundadoras de Chile 1540 – 1600” donde se sostiene que no han aportado miembros al parlamento y que en general no se recuerdan personajes destacados. Esta última situación se aprecia en varias familias antiguas campesinas.


A continuación, expondré fundamentalmente el origen, ahondaré en la biografía del fundador, hijos y nietos y situación geográfica de sus miembros. Aunque en esta primera publicación sólo aparecerá el fundador por la extensión de su biografía; en la segunda parte vendrá lo siguiente.


I. BERNABÉ DE ARMIJO. El fundador.


Todo partió en Carmona, Andalucía, España. El 15 de octubre de 1554 contrajeron matrimonio Nicolás de Palma e Isabel de Ojeda en la parroquia de San Pedro. Casi cinco años después vino al mundo Bernabé, quien fue bautizado en la iglesia de El Salvador en Carmona el martes 20 de junio de 1559, que hoy no existe como tal, ya que fue mudada de ubicación. He pensado que su nombre puede deberse a que nació el 11 de junio, día de “San Bernabé”, siendo bautizado nueve días después.


Fotos de Carmona.


Ocupó el apellido Armijo y llamó a su padre Nicolás de Palma y Armijo. Los Palma fueron una familia de importancia en Carmona durante los siglos anteriores, mientras que los Armijo iban en ascenso, como lo demuestra que en 1591 Antón de Armijo Tamariz litigara su hidalguía obteniendo confirmación de la Real Chancillería de Granada. El bisabuelo de este último, Martín de Armijo, vivió en la collación de San Salvador (donde fue bautizado Bernabé) y durante el siguiente siglo sus descendientes ocuparon las primeras posiciones sociales de Carmona. Aún no he conectado ambas familias, los Armijo Tamariz con la de Bernabé, pero imagino que por ser pocos en el lugar, debieron ser parientes. También insinuó un nieto de Bernabé que eran familiares de los Armijo que eran 24 de Sevilla, aunque tampoco he hallado la conexión. Además, comparé a un descendiente por varonía de estos Armijo sevillanos con uno de Bernabé (yo mismo) y no hubo match en el test Y-DNA, quizás debido a que los descendientes chilenos serían Palma y el Armijo vendría por alguna línea materna.


Tuve la oportunidad de visitar Carmona, una de las ciudades medievales más lindas de Andalucía, con sus calles y muros, parador, museos e iglesias; una maravilla. También fui al Archivo Municipal y encontré información que vino a corroborar otra dada en América por el biografiado. Lamentablemente no pude investigar más, ¡siempre falta tiempo! De Carmona vino también Andrés Pérez Carrasco a comienzos del siglo XVII, que dejó descendencia Pérez de Carmona y luego sólo Carmona, que estudia Cristián Mujica, además de múltiples descendientes por línea femenina en Colchagua; también llegó don Gaspar de la Barrera por 1557 dejando amplia sucesión entre los que se encuentra Policarpo Toro Hurtado, quien anexó la Isla de Pascua a Chile.


“Bernabé de Armijo, vecino de esta villa, de edad de veinte años, desbarbado, una señal en la frente junto al cabello, va por Bernabé de la Barrera", Archivo Municipal de Carmona.

Bernabé decía haber servido como soldado en la guerra de las Alpujarras, entre 1568 y 1571, sin embargo, me deja dudas que militara con 9 o 12 años. Con seguridad sí participó de la guerra contra Portugal que emprendió Felipe II y que permitió que éste se coronara en aquel reino también y que durante 60 años la península ibérica estuviera bajo un mismo cetro. El martes 19 de julio de 1580 el capitán de infantería don Lázaro de Briones Quintanilla daba cuanta de la paga de su gente, entre los que figuraba el alférez Hernando de Quintanilla, el sargento Pedro de Armijo y los soldados arcabuceros, donde se encontraba un joven Bernabé de Armijo vecino de aquella ciudad, de veinte años, “desbarbado” y con una “señal” en la frente junto al cabello. Además, se dice que iba por Bernabé de la Barrera. Como dato adicional, los Armijo Tamariz que mencioné antes se formaron cuando un Armijo casó con una señora “de la Barrera Tamariz”. Además, a Chile ya había llegado don Gaspar de la Barrera, ¿estarán relacionados? No sé, pero algo puede haber, quizás esa relación motivó la llegada a Chile de Bernabé.


Puerta de Sevilla, Carmona.

El joven soldado arcabucero luego de esa breve guerra de 1580, no logró permanecer mucho tiempo quieto y en 1582 atravesaría por última vez la puerta a Sevilla de su natal Carmona para formar parte de los 367 soldados que acompañaron al capitán Diego Fernández de Quiñones a la fortaleza de La Habana, allí “estuvo cinco años en la guarda y defensa del puerto de La Habana, de donde vino al socorro de La Florida y en dos galeras que estaban en aquel puerto andaban por la mar corriendo las costas”. Por 1586 Sir Francis Drake amenazó la tranquilidad de la zona, y la defensa cubana incluyó las dos galeras mencionadas por Bernabé, quien participó en la lucha contra el pirata inglés, el mismo que ya había “visitado” Chile ocho años antes.


Hacia 1587 pasadas las dichas ocasiones pasó a Perú, sirviendo en el puerto del Callao durante cuatro años.


Así debió lucir un arcabucero español de la segunda mitad del siglo XVI (http://angelgpinto.blogspot.com).

Estando en Lima, el 8-X-1591 el virrey García Hurtado de Mendoza (quien también gobernó Chile), en premio a sus servicios, y “porque concurren las partes y calidades que se requieren para servir a Su Majestad” lo nombró gentilhombre de la compañía de arcabuces a caballo; en una de las 50 plazas que había, al mando del capitán Alonso Picado. Era un puesto más honorífico que militar, pero le reportaba un ingreso anual de 400 pesos de plata ensayada y marcada, mientras “habéis de ser obligado vos el dicho Bernabé de Armijo a tener armas y caballos y asistir cerca de mi persona y de los virreyes y gobernadores”. Juró dos días después. Este nombramiento confirmaría que provenía de familia hidalga; don Gaspar de la Barrera había sido nombrado gentilhombre de otro virrey también.


Con 32 años y convertido en todo un veterano, se embarcó a fines de octubre de 1591 hacia Chile, arribando los primeros días de diciembre del mismo año. Era parte de un refuerzo de 106 hombres enviados por el virrey del Perú al mando del maestre de campo Alonso García Ramón. En ese entonces, la necesidad local por soldados excedía con creces la exigua tropa que llegó a Valparaíso. El escenario bélico del sur del mundo debió resultar bastante distinto a todo lo que antes había visto Bernabé, los soldados apenas tenían indumentarias y armas, y lo que era peor para sus pretensiones, el enemigo ofrecía una guerra de guerrillas que dificultaba la estrategia militar occidental, además de contar en sus filas con los más bravos combatientes de América. Era tal la mala fama de esta tierra, que pocos se arriesgaban a venir; de hecho, la expedición de García Ramón pretendía traer tres veces la cantidad de soldados que finalmente se enrolaron.


Bernabé fue destinado a “la ciudad de la Concepción y sus comarcas con sus armas y caballos, y se halló en los reencuentros (sic) que se ofrecieron con los indios de guerra, así en las provincias de Arauco como en las de Tucapel y sus comarcas y en la reedificación de ciertos fuertes que se hicieron, acudiendo a todo como muy buen soldado”. También peleó en La Imperial y Angol, donde se avecindó, “habiéndose hallado en muchas ocasiones y desbarates de naturales, aventurando su persona como valiente soldado hijodalgo”.


Entendiendo la dinámica de los méritos y las recompensas, se preocupó de ser reconocido permanentemente. Llevaba seis años en Chile cuando el gobernador Óñez de Loyola lo recomendó al rey en Angol, el 12-III-1597. También hizo lo mismo el gobernador Quiñones, en Concepción el 14-VIII-1600 (Bernabé ya era capitán), Alonso García Ramón en Concepción, el 20-I-1601, y don Alonso de Ribera en Huechuraba, el 27-XI-1601.


En Angol se había instalado por 1597 y allí pasó el alzamiento indígena que terminó con la vida de otro gobernador del reino en diciembre de 1598, don Martín García Óñez de Loyola (el anterior fue Pedro de Valdivia). Los meses que sucedieron después de su muerte fueron para los colonos de absoluta consternación; las villas fueron rodeadas y hostilizadas por los mapuches, todo el avance conquistador no sólo se vio estancado sino que retrocedió y significó que el Bío Bío se convirtiera en frontera hasta el siglo XIX. Las siete villas al sur del río en el mejor de los casos fueron desalojadas; en el peor quemadas, saqueadas y su población cautivada, o como en el caso de Villarrica, asediada durante 3 años, mientras quedó completamente aislada hasta que cayó. Angol tuvo la suerte de ser despoblada en forma más o menos ordenada por el gobernador Quiñones en abril de 1600, momento en que ya escaseaba el alimento y la mayor parte de la población la componían mujeres y niños. Bernabé se encontraba entre los 71 soldados que defendían el fuerte, al igual que la que sería su esposa.


Rúbrica: "Bernabé de Armijo", 1612.

Luego del trauma padecido, los pobladores del sur que se salvaron fueron poblando la zona central; particularmente Bernabé se instaló en Santiago junto a su esposa y en febrero de 1602 tenía el cargo de Administrador (¿de pueblos de indios?), dejando para siempre la primera línea de la guerra con el grado de capitán.





[1] Quiero agradecer a Fernando Hidalgo Lerdo de Tejada, excelente genealogista español, por su colaboración con datos en Carmona y a Joaquín Moreno López, gran investigador cordobés, muy generoso, a quien debo importante información sobre esta familia.

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