top of page

Nacimientos y Bautismos

Actualizado: 14 sept 2019

Las huellas de las que escribí anteriormente, parten indefectiblemente con nuestro nacimiento, el que corresponde a un “Documento Vital”; es decir, de importancia para armar el esqueleto de una genealogía.


Desde que nacemos a nuestra sociedad le ha interesado saber quiénes somos, de tal manera de identificarnos frente al resto. Particularmente en Chile, pero también en Hispanoamérica, comenzó a funcionar a fines del siglo XIX el Registro Civil, órgano que entre sus múltiples funciones debe velar justamente por acreditar las identidades de las personas. En España comenzó a operar parcialmente en 1841 y en todo el país en 1871, en Argentina y Chile en 1885; aunque el precursor de este sistema fue Francia hacia 1804, como parte del legado de la Revolución Francesa.


Lo importante es que en la actualidad el uso del RUN (Rol Único Nacional), conocido mayoritariamente como DNI (Documento Nacional de Identidad) en varios otros países; es indispensable. Ya no sirven solamente los nombres y apellidos –aun completos- para acreditar quiénes somos porque se entiende que en el marco de poblaciones de varios millones de personas, más de una se llama exactamente igual. En Chile el RUN comenzó a funcionar a comienzos del siglo XX, pero de forma muy paulatina, tanto así que uno podría decir que lo fue adquiriendo toda la población (y a nivel nacional) más o menos en la década de 1940 y sigue hasta nuestros días. Al comienzo, las mismas personas tenían que solicitarlo, pero ya a mediados de la década de 1980 comenzó a asignarse al momento del nacimiento. Actualmente, sin esta identificación no existimos como chilenos.


En el Registro Civil se custodian los llamados documentos fundantes, que corresponden a un cúmulo de certificados, escritos judiciales, manuscritos, etc. que se resguardan en el “Archivo Histórico” del Registro Civil. Dos de esos documentos se analizarán acá.


Comprobantes de parto


Al momento de nacer, y desde 1885, hay registros que acreditan que una mujer dio a luz un hijo/a vivo/a. Este documento tiene como objeto acreditar que una madre tuvo un hijo, por lo tanto, contiene su nombre completo, RUN, la fecha del parto, la hora de nacimiento, el lugar (ciudad), el hospital o clínica (o casa), sexo, el nombre del padre, del médico y la matrona. A todos los anteriores se suman de forma más reciente, la talla y peso del recién nacido, los controles prenatales, si presentó alguna enfermedad congénita, si fueron gemelos, dirección de la madre, nacionalidad, etc.


Como ocurre muchas veces, no toda la información ha sido incorporada siempre, a veces falta el RUN o el nombre del padre (porque no se dice), pero nuevamente hay que entender cuál es el objetivo de este comprobante, y no es más que el de acreditar que una madre tuvo un hijo. Como ese es su objetivo, lo que uno debe esperar es que esa información siempre esté, pero que el resto, lo complementario, no necesariamente.


Este documento esconde la misión tan importante de establecer la filiación del recién nacido, lo que es nada más ni menos, que parte de su identidad. Lógicamente, si la madre escapó, o apareció una criatura abandonada, las cosas son distintas; pero en la mayoría de los casos este documento se genera prácticamente el mismo día o en los inmediatos al nacimiento.