Un claro ejemplo de cómo un apellido se deformó del original. Marambio ocupa el lugar 360 entre los apellidos más utilizados en Chile actualmente, su frecuencia es baja en la mayoría del país, quizás la excepción es la provincia de Cardenal Caro en la sexta región, donde está en el lugar 122, y dentro de aquel lugar, en la comuna de Paredones alcanza el puesto 41. Lo que, desde luego, hace sentido con la historia de esta familia. Otro lugar con una densidad alta es la comuna de Ovalle, donde ocupa el puesto 70.
Parece ser que sólo hay un linaje con este apellido, ya que dentro de la investigación que he hecho no me he topado con otra familia.
El apellido del fundador era Barambio, con “B”, en castellano y en euskera Baranbio; nombre tomado del topónimo que actualmente es un poblado en el municipio de Amurrio en Álava, País Vasco. El fundador había nacido en Bilbao, donde contrajeron matrimonio sus padres. Pasó hacia América, sin duda con escala en Lima, hasta llegar a Chile más o menos por 1635. Venía con capital y decidido a dedicarse al comercio, como ya lo habían hecho sus mayores; después de todo, los vascos dejaron fama de buenos comerciantes en esta tierra.
Antonio de Barambio se llamaba este inmigrante que no vino solo, de hecho viajó con él su hermano Domingo, que como contador trabajó junto a él haciendo de destinatario de mercaderías y viceversa en Lima, mismo lugar donde estuvo otro hermano llamado Pedro, quien alcanzó el grado de doctor y fue sacerdote.
Si una característica tenía Antonio, era su increíble capacidad para hacer todo tipo de negocios, operaba de manera febril. De hecho, en los volúmenes de Escribanos de Santiago queda testimonio de sus incontables contratos, cuestión que don Joaquín Moreno López, mi muy apreciado genealogista cordobés (de España) me ha hecho ver con mucha información al respecto (que desde luego agradezco muchísimo) y que me dejó asombrado.
En fin, Antonio residió en Santiago, donde casó, tuvo hijos y murió. Su hermano Domingo vino a finiquitar sus negocios y luego volvió a la capital del virreinato. Sólo uno de sus hijos, llamado igual que él, Antonio de Barambio, pudo transmitir su apellido aunque entre ambos no había una relación fluida. Antonio hijo era en buen chileno “un tiro al aire”. Su padre se lamentaba que fuera tan desobediente -en años en que lo que decía el padre era ley- y hasta lo castigó con menos herencia, aunque claramente poco le importó al retoño. Este hijo díscolo dejó descendencia legítima y natural, de la que vendría otro Antonio que sería el antepasado de los Marambio de Paredones y sectores aledaños y de Melipilla también. Seguramente de otros de sus hijos dejó descendencia en la cuarta región. No he terminado esta investigación (en realidad nunca terminan), así que les agradecería cualquier información de esta familia.
Pasemos a la genealogía entonces.
I. ANTONIO DE BARAMBIO.
Nació en Bilbao por 1610, hijo de Pedro Verde de Barambio y de doña María Ochoa de Landa, quienes contrajeron matrimonio en el mismo lugar el 28-V-1606. Su padre remató el abastecimiento de ganado de las carnicerías de Bilbao. Durante la década del 1630 decidió emigrar junto a sus hermanos Pedro y Domingo. El destino, el virreinato del Perú.
Domingo se quedó en Lima, al igual que Pedro, pero Antonio se trasladó al reino de Chile, lugar al que arribó por 1635. Venía con la claridad absoluta de hacer negocios y se puso manos a la obra rápidamente, además aprovechó el impulso que le dio la suculenta dote de su esposa doña Magdalena del Campo Lantadilla, viuda entonces de don Juan Cajal e hija nada menos que de Alonso del Campo Lantadilla, probablemente el hombre más rico del reino en su tiempo. Doña Magdalena lo eligió a él para ser su compañero en 1638 más o menos, aportando una dote de más de 46 mil pesos, según señala Mario Góngora en “Encomenderos y Estancieros”; una suma extraordinaria y que no desaprovechó Antonio. Sin duda doña Magdalena vio en aquel comerciante al hombre que no desperdiciaría las ganancias de su padre. Barambio adquirió también un puesto en el cabildo de Santiago, siendo el Alguacil Mayor de la ciudad, aquel que se preocupaba de la seguridad principalmente, una especie de Jefe de policía. No era de los cargos de mayor importancia, pero le permitía un puesto donde las decisiones se tomaban.
Sobre sus negocios, probablemente da para un libro entero, pero sí te contaré algunas cosas. Importaba y exportaba diferentes productos, por ejemplo, ropa desde Lima que vendía en Santiago y Buenos Aires, y para aprovechar la ida a aquel lugar (aunque no de él, sino de alguien de confianza) traía hacia Santiago, pasando por Cuyo, tropas de vacunos que vendía en ambos lugares. Imagínate traer -en 1662- 7.340 cabezas de ganado que debían cruzar la cordillera de Los Andes para venderlas en el mercado local. Y no solo traía el ganado, también aprovechaba de oficiar de transportista arrimando otros productos para distintos vecinos, como yerba mate a Manuel de Toro Mazote. Sumado a lo anterior, prestaba dinero y adquirió dos estancias en Lampa y Colina, donde también producía grasa, cecinas, cueros, etc. Tenía una tienda para venta minorista en Santiago donde comerciaba jarcia, cordobanes, fanegas de trigo, sebo, sal, etc. Era muy ordenado, tenía varios libros de cuentas y antes de morir hizo su testamento con 47 páginas que muestran gran parte de sus negocios, deudores por su puesto y bienes. Falleció en la madrugada del 27 de mayo de 1662.
Hija legítima:
1. Francisca de Barambio, quien fue monja en Bilbao y no dejó descendencia.
Hijos naturales:
2. Antonio de Barambio, que sigue.
3. Cristóbal de Barambio, fallecido antes de 1662, sin descendencia.
4. Juana de Barambio, nacida por 1654. Se desconocen mayores antecedentes.
II. ANTONIO DE BARAMBIO.
Nació por 1637, si tuviera que ponerle un mote, probablemente sería “el díscolo”. Se peleó con su padre, “desparramó” hijos naturales por muchos lugares y finalmente murió en Lima. En el trabajo sobre los Ahumada, de Pablo Schaffhauser, Revista de Estudios Históricos N° 56, se indica que doña María Magdalena de Ahumada casó con Antonio en Chipana (cuarta región), antes de 1660. Este nuevo Barambio fue albacea de su suegro y seguramente iba y venía cuando quería, de hecho llegó a ser vecino y residente del Cuzco antes de 1693, alejado de su esposa. Concluyó sus días en Lima el 13-V-1701. Su testamento lo hizo en su nombre el capitán Juan de Beitía y Aguirre (dato encontrado por don José Miguel de la Cerda) y éste declaró algunos hijos de Antonio, sin duda no sabía de todos, menos a esa distancia. Lo interesante es que nombra a su madre como doña Leonor de Acuña y Cabrera, y la única que podría ser es nada menos que la hermana del gobernador de Chile don Antonio de Acuña y Cabrera, hecho que se refuerza por una escritura notarial entre un Oleaga y Antonio de Barambio; el primero hijo de doña Leonor también.
Hijos legítimos:
1. Francisca de Barambio, quien casó con el teniente Miguel de Azpeitía. No fue mencionada por quien testó por Antonio en Lima, al igual que la siguiente.
2. Bernarda de Barambio.
3. Juana de Barambio, junto a la anterior fallecida antes de 1693 sin descendencia.
4. Pedro de Barambio.
Hijos naturales:
5. Isabel.
6. Juana.
7. Vicente.
8. Leonor de Barambio y Cisternas, que no es nombrada en el testamento dado por Beitía, pero que al testar declaró ser hija natural de Antonio Barambio y doña Elena Cisternas, en 1704. No había a la sazón otro Antonio Barambio.
9. Antonio de Armijo, que sigue.
10. Juan, nacido en 1688, hijo natural de Antonio Barambio y Francisca Contreras, bautizado en Santiago en 1690; no había otro Antonio Barambio en aquella época.
III. ANTONIO DE ARMIJO (O MARAMBIO).
Con él aparece la primera complicación. Antonio nació muy probablemente en 1660 o un poco antes. O sea, si Antonio de Barambio, el díscolo, ya estaba casado en 1660, este otro Antonio pudo nacer por 1658. Esa fecha queda muy bien porque este tercer Antonio casó por 1680-85. No era hijo del vasco porque creo que lo hubiera nombrado en su testamento, como lo hizo con los otros (además hubiera sido raro que le pusiera el mismo nombre a otro hijo). Ahora, tampoco figura en el testamento del díscolo, pero hay que considerar que él no lo dictó e incluso quien lo hizo hasta omitió hijos legítimos. Por fin, el único Barambio entonces en Chile para que pudiera ser su padre era Antonio el díscolo. Y como complemento colateral, también se llamó Antonio.
La madre pertenecía sin duda a la familia Armijo, y solo había una en Chile entonces. Particularmente por los parentescos de descendientes, la única opción es que fuera hija del capitán Gaspar de Armijo. Lo interesante es que dos de esas hijas se casaron con varones de la familia González de Liébana, quienes tenían tierras en la costa de Colchagua, justamente el lugar donde aparece Antonio de Armijo. Creo que su madre fue Isabel de Armijo, quien casó con Rodrigo González de Liébana en 1660 (justamente poco después de haber tenido a Antonio), ya que María, su hermana que también casó con uno de estos González, declaró no haber tenido hijo ninguno. Lo cierto es que al irse a vivir a la costa colchagüina terminó encontrando un buen matrimonio con doña Elvira Cornejo, hija legítima de Adrián Cornejo y doña Elvira Casas Cordero (que tuvo un segundo matrimonio con Francisco González de Liébana); esta última hija de Alonso Casas Cordero (ver una breve historia donde aparece) y doña Jacinta Mudarra y Mantilla. Doña Elvira, hija, fue dotada con 100 cuadras en la estancia llamada Los Quillayes en el Maule (doctrina de Vichuquén), lugar donde vivieron. Además, llevó 107 cabezas de ganado cabrío, 50 cabezas de ganado vacuno, una manada de yeguas hasta veinte cabezas con su garañón, una camisa de Ruán, florete con mangas de Bretaña y sus arandelas, etc. Este matrimonio tuvo varios hijos que se apellidaron Armijo al menos hasta 1720, extraño no? Hacia esa fecha comenzaron a llamarse Marambio (no Barambio) y paulatinamente este apellido primó. Desconozco porqué motivo no siguieron como Armijo, pero este fenómeno ocurrió para varias ramas con distancias geográficas más o menos importantes.
Hijos:
1. José Armijo o Marambio, se trasladó a vivir a San Pedro de Melipilla, lugar donde residían sus parientes Armijo. Casó el 20-XI-1707 con Rosa Rodríguez Olguín, hija legítima del capitán Nicolás Rodríguez y Juana Olguín. Dejaron descendencia de apellido Marambio que he seguido hasta el siglo XIX.
2. Doña Clara Armijo o Marambio, casó con Manuel Abarca del Pino, cuya descendencia en Vichuquén es amplia. Gracias a matrimonios endogámicos se establece esta filiación.
3. Carlos Armijo o Marambio, alférez natural del Maule, en el matrimonio aparece como natural de la doctrina de Vichuquén. Casó en San Pedro (apellidado Armijo) el 1-X-1720 con Margarita Vilches Armijo. Carlos testó por 1780 y fue sepultado en San Pedro el 19-8-1786, “de ochenta años”, apellidado Marambio. Dejó descendencia que no he podido llevar por más de dos generaciones (con el apellido).
4. Doña Magdalena Armijo, fue sepultada en Vichuquén el 25-V-1706. Había sido casado y velada con Jacinto Muñoz.
5. Otros varones que dejaron descendencia; cuyos nombres no tengo tan claro por ahora.
Los Marambio no se extendieron tanto por el país, sin embargo, me parece interesante que hasta lo que he investigado, sea una única familia.
Más antecedentes sobre los Marambio, AQUÍ.
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Nota: la imagen corresponde a Paredones.
Hola tengo dos descendientes Marambio de san Vicente de Tagua Tagua
Rosa Marambio 1864
heriberto perez Marambio
1890-1924
SIN COMENTARIO .
Hola! Soy una Marambio y mi familia viene del sector de Peñaflor, Chile. Me encanto leer esto y mas porque mi abuelo se llama Pedro Antonio Marambio ajajaja las vueltas de la vida. Gran investigacion, saludos.